Sunday 25 January 2015

Parts of a flower

We have seen in class how scientific words are often very similar in Spanish and English. 

If you haven't labelled the parts of a flower in your notebook, please do so now.  You need to hand in all your work on Monday (Yr2B) and Tuesday (Yr2A).  You should also do your revisión worksheets.

Hemos visto en clase que las palabras científicas suelen parecerse mucho en inglés y en español.

Si no has escrito las partes de la flor en el diagrama dibujado en tu cuaderno, por favor hazlo ahora. Necesitas entregarme tus trabajos el lunes (2ºB) y el martes (2ºA).  También debes entregar las fichas de repaso.

1 comment:

  1. Hablamos con Jill Stribling, directora y Fundadora del centro English for Fun, para saber lo que buscan los padres, qué implica el bilingüismo y cómo hacer que nuestros hijos aprendan otro idioma sin forzarlos.

    ¿Cómo son los niños bilingües?

    Existe la creencia de que ser bilingüe solo se puede conseguir si el niño empieza a hablar simultáneamente dos idiomas, pero Jill Stribling no está de acuerdo: "es un mito que no se pueda ser bilingüe pasada cierta edad", asegura. Aunque lo ideal es comenzar en paralelo, se puede ser bilingüe aprendiendo más adelante.

    "El 68% de la población es bilingüe -comenta Jill-. En los países del norte de Europa, o en Holanda y Bélgica, por poner algunos ejemplos, sus habitantes manejan simultáneamente dos idiomas. Países como España o Estados Unidos son los irregulares, los que se encuentran por detrás en el conocimiento de otros idiomas".

    Jill sabe de lo que habla. Ella es estadounidense de nacimiento y española de adopción; lleva en este país más de diez años.


    Los niños bilingües son más creativos, desarrollan el cerebro de manera diferente y tienen una mayor autoestima

    Tras cinco años de trabajo en Estados Unidos como pedagoga y psicóloga, materias en las que cuenta con una sólida formación universitaria, llegó a España para trabajar en el Colegio Americano de Madrid donde impartió clases hasta 2008, año en el que decidió emprender su aventura: English for Fun.

    A lo largo de estos años, Jill ha aprendido que se puede aprender un idioma y ser bilingüe si se estudia de la manera adecuada. Ella ha encontrado ese método: que los niños se diviertan mientras aprenden. "Lo más gratificante es verles llegar sonriendo a recibir sus clases".

    "Cualquier niño puede ser bilingüe", asegura y añade que las personas bilingües no solo tienen la ventaja de saber hablar en otro idioma, con los beneficios que eso reportará a nivel profesional, sino que también condiciona psicológicamente: "los niños bilingües son más creativos, desarrollan el cerebro de manera diferente y tienen una mayor autoestima".

    Por otro lado, no se puede concebir un mundo global sin la posibilidad de comunicarse.

    Aprender bien

    Una apuesta segura es la inmersión total en el idioma. Cursos de inglés en los que no se hable en español facilitan que los niños se acostumbren a escuchar otra lengua, a su fonética y expresiones y lo asocien con las personas que siempre le hablan en ese idioma.

    No hay que dar importancia a que los niños se resistan a hablar en inglés. Es totalmente normal que busquen comunicarse en el idioma con el que se sienten más cómodos. Poco a poco irán arriesgándose porque, con este tipo de lecciones "por inmersión" tendrán que comunciarse en ese idioma para participar en las actividades.


    Si los niños se sienten presionados acabarán bloqueando el idioma y será más difícil que disfruten con el aprendizaje

    Un error muy común que cometen los padres es presionar, sin darse cuenta, a sus hijos. El típico "dime algo en inglés" cuando les recogen a la salida de clase actúa de forma muy negativa sobre los pequeños.

    Si se sienten presionados, acabarán bloqueando el idioma y será más difícil que disfruten con el aprendizaje y, por lo tanto, que aprendan.

    Por otro lado, el cerebro necesita un tiempo para poder lanzarse a hablar en otro idioma. "Es como sumar", comenta Jill, "es imposible que un niño aprenda a sumar sin conocer antes los números". Intentar que el primer día de clase hablen en inglés es como pretender que hagan sumas de tres cifras cuando aprenden los primeros números.

    Es importante que los padres comprendan que aprender un idioma lleva un tiempo. De hecho, los primeros 6 meses a un año, son lo que se llama "el periodo de silencio", un tiempo necesario durante el cual el niño es incapaz de hablar en inglés, pero su cerebro está trabajando. Un día, de repente, comenzarán a construir frases correctamente.

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